Fui a comprar un poco de top a la hilanderia para completar un pedido que me hicieron estos dias y charlando sobre técnicas, el amor a las lanas y los tejidos, le comente al dueño que queria comprarme una devanadora para la venta de mis lanitas y para devanar la lana que estoy sacando de mi rueca. Le dije que por lo pronto, pensaba comprarme una de esas de mesa por que eran economicas. Se metio en la oficina y cuando salio me dijo: Una como esta? Toma, te la regalo! Ahhh casi me muero de la alegria. Me dice: es viejita eee, de las primeras de singer, pero te va a funcionar bien. Yo poco mas que saltando en 5 patas de la alegria.
El no sabe que me ha regalado un tesoro!!!
Nuevamente, muchisimas gracias!!!!!
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on martes, octubre 07, 2008
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Que lindo, te felicito.
Viste que a veces hablando sin querer uno consigue tantas cosas.
Un beso
Syl
La verdad que si es muy linda la historia. ¡Felicidades! Y que la disfrutes.
hola eseya buenísimo lo que conseguiste a veces esas cosas son verdaderos tesoros olvidados y bueno aparecen como por arte de magia para seguir usandolo otras manos, me encanta el blog de tejedoras y me quiero sumar! como hago? besos laura
HOla Eseya, te comprendo que estés feliz con tu tesoro, a mi me pasó lo mismo hace años atrás. Una amiga un buen día dejó de tejer y me trae la devanadora!!! También yo salté en mis patitas!
Buenísismo el blog. Ya me anoto